Después, ¿qué lucha siguió?
Aunque las constituciones que se promulgaron luego de la Independencia contenían preocupaciones por los derechos de las mujeres, el contenido de las promulgaciones de 1963, 1976, 1989 y 1996 se mantuvo alejado de la realidad material de las argelinas.
Una profunda división entre un sector político secular y otro con una visión profundamente árabe e islámica provocó ambigüedad y el relego de la situación política de las mujeres.
Con la declaración de la independencia el 5 de julio de 1962, todo el protagonismo que habían cobrado las mujeres se esfumó. Muchas fueron obligadas a volver a sus casas y ninguna accedió a un cargo de responsabilidad en el nuevo gobierno.
Contradicciones
El harbí se puede describir como el discurso mantenido por la revolución sobre el estatuto de las mujeres, que en realidad no era más que un disfraz y un refugio en el sueño para hacer olvidar la realidad.
"08 marzo
las Argelinas han llevado todas las guerras, todos los movimientos, hoy llevan el HIRAK"
8 de marzo 2020
“Con la independencia, el Estado argelino se constituyó en torno a un régimen de partido único. Los regímenes de Ben Bella y Bumedián consideraron que la prioridad era construir el socialismo, que la prioridad era el desarrollo económico y que el papel y el estatuto de las mujeres iba a ser consecuencia de la industrialización (…) En cualquier caso, el poder argelino independiente pensó que el destino de las mujeres realmente no era algo fundamental y, peor aún, se caracterizó por una esquizofrenia total: un discurso a menudo socializante, progresista, y unas prácticas conservadoras y retrógradas.”

Messaoudi , Khalida, “La mujer argelina o la historia de un rechazo”
La mujer argelina se halla prácticamente integrada en un sistema educativo y participa en la vida laboral (aunque todavía encuentra dificultades en profesiones modernas, no tradicionales femeninas). Nunca en la
historia había tenido un papel tan relevante: existen mujeres poetas, novelistas y ejerciendo muy diversas actividades, y muchas de ellas son valientes denunciando los problemas que conlleva su situación en una sociedad patriarcal y machista.
El código promulgado en 1984 fue uno de los más conservadores de la región, y para muchas militantes se transformó en la clara muestra de que los derechos de las argelinas se habían transformado en la carta de negociación del régimen para la obtención de un nuevo equilibrio en las estructuras de poder. La promulgación del nuevo código pasaba por alto los logros alcanzados por las mujeres argelinas en las últimas décadas.
En las siguientes décadas se darían movimientos de mujeres en contra de este retroceso en la garantía de sus derechos y su libertad
Código de familia
Argelia, Bruno Barbey, 1969
Hoy